Para evitar el desplazamiento de los habitantes de tres comunidades aledañas a la presa “El Zapotillo”, en el estado de Jalisco, tanto Pedro Arrojo Agudo, relator especial sobre derecho al agua potable y al saneamiento, como Guillermo Fernández Maldonado, representante en México de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Ambos organismos pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calificaron la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador como ejemplar a nivel mundial.
Y es que que privilegiar el diálogo con los habitantes de los tres pueblos jaliscienses que hace 16 años fueron cond3n4d0s a la extinción por la inundación que provocaría la presa es una muestra de verdadero interés del gobierno en construir soluciones con respeto a la gente.
Y esto coloca a México en la vanguardia y como ejemplo internacional en el respeto a los derechos humanos en procesos de gestión del agua.
“Que el agua no sea un mercado donde mande el que tenga más dinero, sino un reto democrático.
“Esto de escuchar al pueblo, de que venga incluso el presidente, el gobierno, a resolver a través del diálogo un problema, yo lo saludo como positivo y lo voy a referenciar como ejemplo positivo de resolución de c0nflict0s de agua a nivel global, no sólo en México”, dijo Arrojo Agudo.
“El proceso de resolución de este c0nflict0 apunta en hacer las paces con los ríos, con el ecosistema, y por otro lado, en promover una democracia participativa en la gestión del agua”, agregó.
Por su parte, Guillermo Fernández aseguró que la solución encontrada por el mandatario mexicano “es ejemplar, pues muestra que en los c0nflict0s de larga duración se pueden lograr acuerdos para el desarrollo respetando los derechos de la población y que,
“… por tanto, es indispensable que los trabajos técnicos tengan perspectiva de derechos humanos”.
Reconoció también el trabajo de acompañamiento que llevó a cabo la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco en favor de los inconformes con el proyecto de la presa El Zapotillo.
Pedro Arrojo confió en que el enfoque de respeto a los derechos humanos en los temas de abastecimiento y saneamiento se mantenga en la aprobación de la nueva Ley de Aguas Nacionales, la cual está a discusión en la Cámara de Diputados.